domingo, 27 de diciembre de 2009

Quisiera compartir con todos ustedes esta carta que contiene muy buena información:


¡Hola, Maria Cecilia!

Muchas gracias por tu mensaje que me alegró totalmente el día y tus buenos deseos para el año que viene.

Me alegra mucho que te haya gustado el libro y lo encuentres práctico. ¡Qué ilusión! J

Mi perro guía, Keats, lo entreno con una organización de EEUU que se llama Guiding Eyes for the Blind. Si vives en EEUU, puedes buscar en su página web donde ponen toda la información que necesitas: www.guidingeyes.org

En España, la O.N.C.E. también tiene una división de perros guía.

No sé dónde vives, pero a lo mejor en tu país también hay organizaciones para ciegos que ofrecen estos servicios.

Normalmente la organización te da el cachorrito a las 8 semanas, una vez que se aseguran que puedes criarlo. El perro vive contigo hasta que tiene aproximadamente año y medio. La criadora y el cachorrito tienen que ir a clases todas las semanas, donde aprenden todo lo que tienen que enseñar al perro esa semana: sentarse, tumbarse, andar a tu lado sin tirar de la correa, esperar a comer cuando tú le digas, venir cuando le llamas, etc. También por supuesto hay tiempo para correr, jugar, salir al parque y todas esas cosas. Es como tener una mascota pero con más obligaciones. Estos perros no se pueden subir al sofá, tienen que tener muy buenos modales y hay que llevarlos a muchos sitios para que su primera experiencia por ejemplo en tren, en el supermercado, en una tienda o un restaurante no sea con una persona ciega y para que se acostumbren a portarse bien en cualquier lugar.

El programa es muy interesante y fantástico, pero claro, da muchísima pena cuando el perro se tiene que ir al año y medio. Después de estar con una familia, se va a la escuela ya más intensa, donde pasará los siguientes 6 meses y aprende a andar con el arnés, a cruzar la calle, etc. Si consigue graduarse y terminar el programa, se lo asignan a una persona ciega, pero antes de irse a vivir con esa persona, pasan un mes juntos en la organización aprendiendo –tanto el ciego como el perro—a convivir juntos.

Criar un perro guía supone muchos sacrificios y mucho tiempo, pero realmente merece la pena. Espero que esta información te haya resultado útil.


FELIZ AÑO NUEVO para ti y para toda tu familia.

Saludos


Ana

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