jueves, 14 de enero de 2010

El poder los hace unos hipócritas



13/01/2010

NUEVA YORK (HealthDay News).— ¿Por qué tantas personas que ocupan posiciones privilegiadas no siguen las reglas éticas que promueven? Una investigación reciente sugiere que el poder hace que las personas sean más estrictas sobre las acciones de los demás, pero menos estrictas sobre las propias.

“Según nuestra investigación, el poder y la influencia pueden causar una desconexión grave entre el juicio público y la conducta privada y, debido a esto, los poderosos son más estrictos en sus juicios sobre los demás al tiempo que son más indulgentes con sus propias acciones”, dice Adam Galinsky, coautor del estudio y profesor de Ética y Decisiones en la Administración de la Facultad Kellog de la Universidad Northwestern.

Varios experimentos mostraron que los voluntarios a los que se atribuía más poder también eran más hipócritas en su propia conducta y más estrictos al juzgar a los demás. Los que no sentían que tenían derecho a su poder eran más duros consigo mismos que los demás, un fenómeno que los autores del estudio llamaron “hipercresía”.

El estudio se publicará en próxima edición de la revista “Psychological Science”.

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